Me da verguenza o quizá pena,cuando en estos días que se acercan las fiestas
familiares.
Pero, ¿por qué? se preguntarán ustedes.
No es que yo no tenga familia ni mucho menos,estoy agradecido de tener la mía
con salud y por lo menos echándole para adelante.
Es que me acuerdo de todos esos niños y familias indigentes que viven en la peor miseria que ha podido ver el ser humano,casas de cajas de cartón,sin ningún resguardo,viven cercanos a los basurales,rodeados de enfermedades...
Y,francamente,es una pena.En la televisión te incitan a gastar un dineral en regalos para tus seres queridos, te recalcan la importancia de dar y recibir
en estas fechas.
Pero, ¿que pasa durante todo el año,cuando derrochamos dinero sin preocupaciones
ni recordamos a la gente más desposeída de este mundo?
Es una tontería,llenarnos la boca toda la santa navidad con la fraternidad,con el acordarnos del afligido.
Decimos frases como : ''Debe haber tenido tiempos mejores''
''Ojalá tenga mejor suerte de aquí en adelante''
Y ahí queda todo amigos míos,lamentablemente.
Una de las cosas que más me deprime de esta humanidad y en lo que de a poco nos hemos convertido.
¿Porqué atesorar cuando podemos ayudar?
Dejo a la reflexión de cada uno.
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